Necesito escribir, y no sé sobre que. Me encantaría ser una de esas personas, que el texto se les desprende de los dedos y poco a poco van tipeando un relato, de esos que me dan ganas de leer una y mil veces.
Quiero ser cool, pero no me sale, no es mi estilo; no quiero ser naif, pero seguramente me vean así. Quiero escribir bien, y lo hago mal.
Entonces, como he aprendido que, escribir requiere de un noventa y nueve por ciento de trabajo y un uno por ciento de inspiración, aquí estoy, sin pretender escribir nada. Sólo pasando los dedos por el teclado y perdiendo el poco tiempo que me queda de las nueve horas que trabajo y las tres que viajo en bondi. Estoy cansada, me duelen los tendones de la mano izquierda, y probablemente en poco tiempo tenga tendinitis, no pueda tipear los mails, para responderles a las queridas corporaciones y me queje, por que estoy en casa, con la cabeza quemada, y el tiempo me consuma.
Llevo adelante el estandarte, del trabajo, el esfuerzo. No me canso de repetir, que sin trabajo propio, no hay progreso, que todo cuesta, que es necesario esforzarse, laburar, tomar decisiones, progresar. Pero, paradójicamente, soy la primera en padecer estas premisas que tengo, casi como filosofía de vida. Soy yo, la que esta quemada realmente, la que cada vez está más sola, más ermitaña, más metida en la computadora, oculta de todo, más renegada, más aburrida, menos feliz, menos libre...
Y mientras tanto pienso, si estoy redactando bien. Y probablemente, no. Me quema la cabeza, por que sé todas las horas que me quedan por delante, para poder al menos ser correcta en mi escritura, y ya me arden los dedos, me duelen los tendones, y me quiero bajar del barco, mucho antes de siquiera haberme subido. Soy radical, fatalista, lo sé, creo que me gusta.
Pero volvamos al principio, yo sólo quiero escribir bien, entonces decidí escribir, al azar, sin rumbo, casi de modo catártico, pero con el fin de mejora al menos en la cataratas de palabras que tipeo, sin sentido.
Algún día, todo esto tendrá sentido.
Quiero ser cool, pero no me sale, no es mi estilo; no quiero ser naif, pero seguramente me vean así. Quiero escribir bien, y lo hago mal.
Entonces, como he aprendido que, escribir requiere de un noventa y nueve por ciento de trabajo y un uno por ciento de inspiración, aquí estoy, sin pretender escribir nada. Sólo pasando los dedos por el teclado y perdiendo el poco tiempo que me queda de las nueve horas que trabajo y las tres que viajo en bondi. Estoy cansada, me duelen los tendones de la mano izquierda, y probablemente en poco tiempo tenga tendinitis, no pueda tipear los mails, para responderles a las queridas corporaciones y me queje, por que estoy en casa, con la cabeza quemada, y el tiempo me consuma.
Llevo adelante el estandarte, del trabajo, el esfuerzo. No me canso de repetir, que sin trabajo propio, no hay progreso, que todo cuesta, que es necesario esforzarse, laburar, tomar decisiones, progresar. Pero, paradójicamente, soy la primera en padecer estas premisas que tengo, casi como filosofía de vida. Soy yo, la que esta quemada realmente, la que cada vez está más sola, más ermitaña, más metida en la computadora, oculta de todo, más renegada, más aburrida, menos feliz, menos libre...
Y mientras tanto pienso, si estoy redactando bien. Y probablemente, no. Me quema la cabeza, por que sé todas las horas que me quedan por delante, para poder al menos ser correcta en mi escritura, y ya me arden los dedos, me duelen los tendones, y me quiero bajar del barco, mucho antes de siquiera haberme subido. Soy radical, fatalista, lo sé, creo que me gusta.
Pero volvamos al principio, yo sólo quiero escribir bien, entonces decidí escribir, al azar, sin rumbo, casi de modo catártico, pero con el fin de mejora al menos en la cataratas de palabras que tipeo, sin sentido.
Algún día, todo esto tendrá sentido.
Somos gente de otro mundo, lo sé.
Comentarios
Mi primer texto literario fue para insultor a los directivos de mi colegio. hoy escribo Ci-fi... hay mucho camino de por medio, pero si te animas a dar el 1er paso te darás cuenta de que muchos te podemos dar una mano.
Saludos
Te quiero muuuucho!
Abrazo y beso.
Yo me animo, ¿me ayudas?.
Gustosa que pases.
Estrellina, amiga. Soy enroscada, lo sé, pero te aseguro que es la única menarea que tengo de ser. Enroscada y realista, enroscada y sensible, enroscada, pero... es lo que hay.
Yo también te quiero mucho, también te mando beso y abrazo.
Dal.-