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Mostrando las entradas de mayo, 2008

Acerca del amor y la pareja

"Pareja de amantes abrazados" - Eva Sanz.- En unas de las tanta noche que paso como adicta cibernáuta, una amiga (de quien no voy a revelar la identidad) me dijo esto, en realidad no a mi sino a otro, pero me lo compratió. Y yo, como me parece que es una GRAN, GRAN, visión sobre el amor y la pareja quise compartirlo con udes. Reflexionemos : "Yo creo que las cosas no están dadas de una vez y para siempre, y que algo se corte o no, no depende SOLAMENTE de la verdadera química entre dos personas, sino del laburo y las ganas que esas dos personas le pongan a eso lindo que lograron, y a mantenerlo." Espero que les sirva de algo, caso contrario, sean felices. P/D: La pareja es una construcción de dos. DL.-

Periodista se nace y también se hace

Cuando decidí que quería ser periodista, tenía 9 años, no me acuerdo bien como fue, pero sé que era una convicción y que la iba a llevar a cabo sea como sea, si tenía que ser astronauta e ir a la NASA, para luego convertirme en periodista, lo haría. Obviamente que cuando me paré frente a mi madre (que siempre me creyó una volada) y le dije cual iba a ser mi profesión, me miró y me dijo con su tomo desacreditador que tanto odio: "Si, hija, si". Pasaron los años y la necesidad de inscribirme a una carrera y los deseos de mis padres en tener una "hija universitaria", llevaron a elegir una carrera maravillosa, pero distinta a mi deseo. Pero me convencí y me dije: "Seré Cominicadora o Comunicóloga "(lo que es peor). El machete imaginario del que me habló la primer clase de Sociología Pablo Martínez Sameck y la selva que es la UBA, llevaron a cansarme, a consumirme, a desbastarme, a sacarme de mi, a no ser yo; y decidí irme. No sé si la UBA me dejó, o yo la dejé

La nada misma

Si la estabilidad es un estado, yo estoy en estado de sitio. El asiento al pasillo es mi lugar en el tren, la charla siempre es amena, esta vez hablamos de proyectos, de un hombre, de ganas de cambiar, de habitar, llegar a la orilla. Down Town Matias, esta siempre en la misma esquina y cada vez que paso, me dan las mismas ganas de cerveza negra y picada. Camino por la avenida, el sol cálido me da en la cara, sigo en sentido al tránsito, este lugar no lo conozco, pero no me da miedo, me gusta perderme en la ciudad de tanto en tanto. Me subo a la camioneta, me dejaron elegir la música, pero el disco que tomé para escuchar no tenía los temas que decía contener. El volumen de los parlantes de la Fox, es normal, pero penetra en un lugar que no conozco, pero molesta. El asfalto se convierte en tierra, seca, agrietada, hace demasiado calor, no hay nada; la camioneta toma demasiada velocidad, cada vez más, de repente caigo, tan fuerte que los isquiones aún me duelen y no sé donde estoy, miro a