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Mostrando las entradas de 2010

En Dosis Diarias

Alberto Montt es historietista vive Chile, en un sólo cuadro refleja grandes realidades. En 2011 editará con Ediciones de la Flor su primer libro en la Argentina, recuperando una selección de todos los libros ya editados en su país. Les dejo una de las muestras de lo que ya he mencionado. Si quieren conocerlo más a fondo sólo pasen por aquí .

Verdades

Si querés ver más de la Ragazza entrá acá

Homenaje a Gus Cerati en México

Mientras Gus no está haciendo música, todo lo que admiramos lo recordamos día a día. Este es el homenaje de los amigos mexicanos. Aquí todas las ilustraciones

Bolaño según la tevé española

Recomiendo con énfasis el documental de casi una hora que hizo TVE sobre el escritor chileno Roberto Bolaño, para quienes los conozcas o lo quieran conocer: Aquí el video completo. "Yo he sido feliz casi todos los días de mi vida, al menos durante un ratito, incluso en la circunstancias más adversas". Concluye Bolaño.

¿Dónde vive el rock?

Parece que más allá de suspenderse los recitales en la cancha de River, la idea es directamente abolirlos del barrio de Núñez. Claro que muchas de las quejas de los vecinos no las entiendo porque no vivo cerca de ningún estadio. Pero a la vez reflexiono y me pregunto, ¿dónde va a vivir el rock la Ciudad de Buenos Aires?, ya no existe Obras Sanitarias, ni el Club Ciudad -menos lugares míticos del under como Cemento-. ¿Las productoras no deberían empezar a ganar menos por un tiempo y edificar un lugar digno para las bandas?. Mientras tanto el Gobierno de la Ciudad mide el nivel de vibración del barrio de Núñez y convocó a jóvenes a hacer pogo . Aquí una nota del suplemento NO de Página/12 de este jueves .

Despedida al Gran Fogwill.-

Vera Fogwill -actriz, directora de cine, hija de Quique- despidió, este domingo, a su padre en el suplemento Radar de Página/12 con estas líneas . También, lo hicieron sus amigos y compañeros del diario Perfil en el suplemento Cultura, aquí una de las tantas notas .

Rodolfo Fogwill

Se empeñan en irse todos juntos, una verdadera pena. Hoy, a los 69 años, murió el Gran Fogwill.

Regina Spektor en Buenos Aires

Ayer, me enteré que la increíble Regina Spektor viene por primera vez a Buenos Aires al teatro Gran Rex, la cita será el jueves 7 de octubre. Las entradas se se pueden comprar a partir de mañana, lunes, acá . Después, seguirá su gira por San Pablo, Brasil y México DF.

Dibujantes

Se preguntarán -aunque creo que nadie lee este pequeño espacio- por qué me copé tanto con los dibujantes, la verdad no lo sé, pero me es inevitable leer cada vez más viñetas y descubrir a nuevos -para mí, claro- historietistas. Es esta ocasión les dejo un dibujo de Max Aguirre , que desde 2007 publica en la contratapa de espectáculos de La Nación " Jim, Jam & El Otro ".

Hoy es un día Ricotero

Descubrí a Patricio Rey y sus redonditos de ricota hace muy poco. Decir que descubrí hace pocos meses a una de las bandas de rock con más influyentes en este país, tal vez sea de mi parte una atrevimiento, pero la verdad no tengo otro modo de decirlo, porque me era indiferentes a pesar de conocer muchas de sus letras. Preso en mi ciudad fue el primer tema que escuché muchas veces, lo usamos como cortina de un programa de radio que hicimos con unos compañeros de la facultad, muchos años después Jijiji era el momento más duro y oscuro de la clase de spinning. Me pregunto cómo pude hacer para sacar de contexto e ignorar el espíritu ricotero tanto tiempo, era ajena a todo lo que ellos significaban: el mito, el rito, el silencio de su líder Carlos "El Indio" Solari. Anoche leí una nota bastante extensa que se publicó en 2004 en la revista Gatopardo sobre El Indio y la presentación de su disco El tesoro de los inocentes , el cronista relata de modo puntilloso los obstáculos que

Adorable puente

Había escrito un montón de cosas sobre Cerati, pero al final no eran nada. Lo único por decir es que estoy triste, muy. Fuerza Natural.

¿Qué cosas te ponen de buen humor?

Los chelos de la canción "Es todo lo que tengo, es todo lo que hay" de Lisandro Aristimuño, los perros cuando están mimosos, estar sola, los proyectos realizables, las quimeras, mis amigos, mi futura profesión. El diario a la mañana en la puerta de casa, el mate recién hecho, dormir hasta que no tenga más ganas, el silencio, la música programada exclusivamente por mí, el amor platónico, el amor concreto, lo tangible, el frío del otoño, el sol del otoño, el otoño.

El orden de las cosas

Cuando uno tiene mucho por decir, creo que no termina diciendo nada, porque los pensamientos se superponen en la cabeza, la boca no sabe como articular una y otra y otra palabra. Lo mismo pasa cuando uno quiere escribir de muchas cosas y nada tiene que ver con nada. De todos modos intentaré ser algo clara y no del todo extensa. Empecemos. Me mudé involuntariamente y eso es traumático, hace exactamente 14 días mi computadora no quiso más tiró la toalla y me dejó, me abandonó. Después de días fuera de casa -debo aclarar una cosa: no soy adicta a NADA llamase alcohol, drogas, psicofármacos, sexo, juego, etcétera, salvo a la computadora con internet- volvió renovada (como recién pintada) pero vacía, sólo los archivos antiguos amontonados en una sóla carpeta. Y aquí empieza el trauma para una persona que la computadora es todo, tener la lista de favoritos vacía, el messenger desactualizado, el reproductor en cero, la música mal ubicada; es un atropello. Entonces mientras ordenaba, actualiza

Sensaciones semanales y vespertinas

Corría el año 2009 cuando transitaba los pasillos de la escuela de periodismo TEA, eventualmente veía a un chico que me encantaba, no sabía quien era, ni que hacía ahí. Las posibilidades era dos: alumno o profesor, al ser tan joven y TEA un lugar amplio con respecto a la edad nunca lo supe. En un momento por generación espontánea o por casualidad u obviedad supe que definitivamente se trataba de un joven profesor. El jueves pasado en el intervalo (o recreo mejor dicho) fui con mi soltura que me caracteriza a buscar un café al bar de Pablito, lugar en el que paso mucho tiempo. Después de hacer mis comentarios pertinentes sobre mi nombre y mi condición de mujer, advertí que al lado mío estaba él, un hombre de mediana edad comiendo una empanada de carne y una Sprite, se rió de modo tímido de mis clásicos (y absurdos) chistes. Al mirarlo descubrí que detrás de esas gafas de intelectualoide había unos profundos ojos azules y ahí conecté al profe que me encantaba, con el profe que estaba ahí
Cosas simples y no por simples sencillas El día fue largo, convulsionado, con brotes de enojo y disconformidad, por momentos pensé en fugarme, en renunciar, en no estar más ahí. La idea era tomar una café con una vieja amiga, pero la planilla de excel se comío todo mi tiempo, el sistema consumió mis ganas y la responsabilidad no me dejo ir. En la era de la hiper conectividad, yo estoy conectada, pero no hablo, aún así puedo estar al tanto de los movimientos (los más comunes claramente) eran casi las siete cuando dejé de verlo. Las cosas se complicaron, todo tardaba, me di por vencida. Salí cansada, pero aún algo sonriente caminando en bajada por Corriente y al llegar al lugar vi el bolso, el aro en la nuca, la remera negra y por supuesto, lo vi a él, en ese mismísimo momento todo me dejó de importa: las diez horas de trabajo, los dos mil empleados, mis jefas, mi sueldo. Se convirtió en un momento simple, cotidiano, pero perfecto para mi. Mientras tanto, la ciudad comienza a bajar la g

Vuelta

Voyage

Me voy al mar, después de un largo largo... l argísimo año. Aunque no me guste la arena y la sal en la piel me de asco, de todos modos lo voy a pasar genial. ¡ Ci vediamo !

Zonzos momentos

Rescatar el momento inútil, eso es lo que hago, es lo que me sale hacer. Salí corriendo del estudio a la voz de: "Me tengo que ir" rutilante sin opción a que me pidan ni una maldita declaración jurada más o un mail explicando algo. Tenía los minutos contados 18.40 sabía positivamente que 18.49 él llega, hace la cola, si sube y se va sin esperas, pero yo tenía que cargar la bendita tarjeta del colectivo para seguir viajando sin tener que contar las monedas una por una o hurguetear en la billetera de mi mamá como cuando tenía cinco años. Hice todo a las apuradas, mirando el reloj del celular una y otra vez. Miraba quien pasaba por adelante mío, quien venía a mis espaldas (detrás estaba la boca del subte desde donde él sale). Finalmente llegué a la cola y nada, observé con detenimiento a uno y cada uno de las personas que esperaban resignados el nuevo colectivo, no estaba. Mi vista paseaba de la puerta del Farmacity de Puerto Madero al horizonte que llevaba a la boca del s