No sé si es amor u obsesión, pero se siente maravilloso.
Acá donde estoy la gente es distinta, no hay personas solas, no hay angustia, no hay soledad, no hay discriminación, no hay envidia. No sé si será el aire del río que te penetra en los poros, en el alma, la execiba cantidad de bicicletas que hacen a las personas menos sedentarias y más iguales (aquí el dueño del negocio y el empleado llegan los dos en bicicleta). O el olor a verde, a naranjo florecido, a pasto, a pileta Pelopincho en cada patio, jardín, parque de cada casa. Acá todos van al club, todos tienen novio/a, todos comen, todos pasean, eso sí siempre dentro de este pequeño mundo, que alguna vez pensé como mi lugar en el mundo (exactamente en el mirador con vista al río, a la isla, al cielo), aunque ya sé que no. En realidad es un lugar, dentro de otro lugar, sobre otro lugar, que encierra otro lugar... Infinito.
Comentarios
Te dije que era lo mas esa sensacion!!! Mariposas, mariposas!!!Que divinooooooooorrrrr el amorrrrrrrrrrr!!!
El sábado una amiga me dijo algo horrendo, pero creo que tiene razón -o no- ese tipo de hombres sólo tiene lugar en su vida para los libros, no para una mujer. Tal vez sea así...
Más allá de todo estoy enamorada como una adolescente, como una groupie, como una de 15 una década después.
Es así amiga Marian, me gustan los complicados, los intelectuales asquerosos, espero desenamorarme rápido así encuentro el verdadero amor. O tal vez ya lo encontré, ¿quién lo sabe?.
¡Te quiero mucho!